miércoles, 19 de septiembre de 2007

EL CUENTO DE NUNCA ACABAR


Durante este año he vuelto a hacer lo que juré que nunca volvería a hacer: ESTUDIAR.
Sí. Después de cuatro años de trabajos "basura" y un parón importante de mis neuronas psico-creativas, he decicidido prepararme una oposición pública.
Áquel que dió nombre a tal prueba estoy seguro que lo hizo a conciencia y de hecho seguro que fue el primero en presentarse a una porque sabia muy bien lo que decía.
"Oposición", a tu libertad. Una clausura que te aisla del mundo exterior sin dejarte apenas un ápice de contacto con la vida que gira a tu alrededor y de la cual eres consciente únicamente por las tonalidades que alumbran tu nido donde los libros son tus mejores aliados. Pasan las tardes, los días grises y los lluviosos que te saludan golpeando los cristales de tu estudio e incluso algún que otro rayo de sol te informa que el mes de Junio esta cerca y el exámen acecha.
¿Vale la pena -como dice Marc Anthony en la canción- emplear no se sabe bien cuantos años de tu vida, después de los oficiales hasta que eres universitario, para tener un trabajo estable?. ¿Vale la pena volver a hincar los codos para luchar por lo que te gusta a base de subir a un caballo, desenfundar tu espada de la paciencia, la valentía, el tesón y la constancia para tener un futuro mejor?.
Esta es la tercera vez que me presento a una oposición pública para lograr ser profesor de lengua inglesa en secundaria. Un reto descorazonador en algunos momentos porque al final del larguísimo túnel nos espera una jauría de adolescentes con las neuronas de fiesta día sí y día también. El reto de ser profesor hoy por hoy es algo que en nuestro país por desgracia hace aguas por todos lados. Hace unos años, la figura del profesor, del maestro, era la de un modelo a seguir, un héroe al que imitar y respetar. Una fuente de sabiduria y conocimiento de la cual como alumnos bebíamos y nos enriqueciamos. Pero, ¿qué ha pasado? ¿dónde flaquea el sistema educativo español? ¿es el gobierno y su errónea orientación de la legislación lo que lleva este tren a descarrilar?¿o es la misma sociedad, el permisismo incondicional de los padres lo que ha creado monstruos en las aulas imposibles de controlar?.
Son ya casi seis años que la nueva ley de educación entró en vigor y no parece ser que la cosa pinte a mejor. Constantemente estamos viendo noticias en la televisiçón y periódicos de maltratos a profesores por parte de alumnos, de los mismos alumnos entre sí, humillándose unos a otros, y amenazando a sus propios compañeros. Esta claro que siempre han habido "matones" en las clases, o el "chulito" que controlaba al grupo, o el gracioso que buscaba su papel en el microcosmos del colegio. Pero la situación actualmente se ha enturbiado y hablamos de agresiones, de amenazas llevadas hasta su fin, de denuncias por parte de los distintos miembros de la comunidad escolar.
Desde aqui sólo quiero lanzar un halo de esperanza a un futuro mejor, a un sistema educativo español que se centre en formar y educar a los alumnos y no a cuidarlos unas horas y darles unas palmaditas cuando salgan por la puerta del colegio porque han sabido juntar dos silabas para decir "gracias". Que los profesores y maestros disfruten de lo que hacen, que se enriquezcan ellos tambien del mundo interior de los chavales y lleguen a un entendimiento donde ambos salgan ganando.
Aquí, sentado en el sillón de mi estudio, a unos meses de formar parte ese sistema, lucho por mis sueños, por mis inquietudes. Lucho contra las sombras negras del desasogiego que vienen a por mi cada noche para robar mi caballo de batalla y provocar en mi una ratirada anticipada en esta carrera al éxito. Pero todos ellos caerán, porque mis alegrías, mi manantial de esperanza por ser un digno profesor de la lengua de Sir William Shakespeare les hará caer a todos para alzarme victorioso y aportar mi granito de arena a las aulas de este país.
"Hey, teachers leave them kids alone!
All in all it's just another brick in the wall.
All in all you're just another brick in the wall".
(Pink Floyd)

domingo, 7 de enero de 2007

HOY NO ME PUEDO LEVANTAR



No es de extrañar que más de un viejo rockero se diga esto cada mañana al ver el panorama musical nacional que nos rodea hoy por hoy. ¿Que ha sido de la creatividad y originalidad de los ochenta? ¿Es que ya está todo creado?. Me niego a pensarlo aún siendo un adorador del más puro rock clásico.
De un tiempo aqui, vemos como nos están bombardeando con revivals, repeticiones, recopliaciones y cualquier que otro "mezclote" que se venda bien de la edad de oro del pop español. Mecano, La Guardia, Hombres-G... Más de un quinceañero con espinillas se preguntará de dónde ha salido esta panda que suena tan, tan, tan... básica. Estos diplodocus de la músca española son los que marcaron los ritmos y muchas de las tendencias de moda que hoy han hecho suyas desconocidos que poco a pocos se abren paso en nuestra música. Y yo me pregunto, ¿pero a esto hemos llegado? ¿tan mal está la cosa que hasta los más grandes o representativos se tiran a lo fácil?.
Cuando escuché el "Mil calles llevan hacia ti", de la Guardia , pensé que habia regresado a la EGB y que volvía a sobresalirme el tupé más allá de la punta de mi nariz.Cuando viví aquella época, junto a los rockers, pensé que jamás se repetiría y se perdería en los anales de la historia, pero me equivoqué. Pensaba que Javier Andreu , con su grupo la Frontera nos traería algo nuevo, una evolución del rock en español, que M-Clan eran los nuevos Led Zeppelin, ¡y los teníamos en España!. Pero no. Señores míos, la gente come de esto y hay que pagar facturas. Algo comprensible en la época en que vivímos pero inaceptable hace cuarenta, treinta o veinte años.
Antes la música se sentía, se luchaba por lo que querías. Si te proponian un contrato multimillonario, pero se salía de tus prpósitos o inclinaciones musicales, siempre que fueras un auténtico rockero te negabas. Por supuesto que había que pagar facturas, que se lo digan a Jerry Lee Lewis. Pero pelearon para que nosotros hoy degustemos sus obras de arte, sus estilos únicos e inconfundibles.
No me creo que no haya nada más allá de El canto del loco o la Oreja de Van Gogh como para que tengamos que recurrir a revender a Mecano o La Guardia.
Cuando hablo del panorama musical español, me refiero al que nos venden, al que nos injertan involuntariamente radios y televisiones.Por supuesto que el panorama musical español no es ese, que hay excelentes artistas y músicos en lúgubres locales de ensayo destrozando sus dedos sobre el acero de las cuerdas de su guitarra sólo para calmar su impotencia al ver que ni siquiera se les brinda la oportunidad de exponer sus obras. Pero este panorama no interesa.¿porque no vende?¿Porque no entra dentro del patrón que esta sociedad impone?.
Desde hace ya años el Estado se ha hecho cargo, o lo ha intentado , de combatir la piratería (un tema que otro día trataremos). Ahora nos lanzan lloriqueos en anuncios publicitarios respaldados por el Ministerio de Cultura (que parece que así acojonan más) para evitar que la piratería se carge la música española. Desde aquí mando un mensaje en forma de titular de primera página para nuestro gobierno: "LA MÚSICA ESPAÑOLA DEJÓ HACE MUCHO TIEMPO DE SER LA QUE EL ESTADO NOS VENDE". Por lo menos para los que la amamos. ¿Quién ha oido hablar de Blank, de Nach (uno de los mejores raperos de este país) o de Indras?."Ahí fuera hay todo un jardin, de flores temblorosas por dejarse coger", como diría Kiko Veneno. La gente se muere por exponer sus creaciones, por tocar en público, por demostrar al mundo que están aquí y tienen algo que decir.
No quiero con estas líneas haer una crítica negativa a los grupos españoles ni mucho menos, sino a los manipuladores, a todo ese telón de fondo que no deja salir a la luz a los que luchan por abrirse paso en el mercado musical, ya no sólo por dinero sino por el amor que le tienen a la música. Siempre me quitaré el sombrero ante grupos como Mecano y la Guardia por su gran labor todos estos años, pero por favor, que alguien se haga cargo, y con urgencia, de nuestro panorama musical por el bien de la música y no del bolsillo.
Me encantaría que algún dia veamos como algo normal en galas benéficas, programas de variedades, magazines y especializados programas de música en televisión a grupos desconocidos, o por lo menos tener por norma que apareciera un grupo nuevo cada día. De esta manera llegaríamos a una democracia musical y evitaríamos caer en esa manipulación del criterio de nuestra sociedad, por mucho que a los gobiernos le interese.

miércoles, 20 de diciembre de 2006

PRODUCTO MUSICAL ESPAÑOL

No puedo dejar pasar la ocasión en estas líneas para hablar de esa palabra tan de moda estos últimos meses, gracias a un famoso programa televisivo que no es otro que Operación Triunfo, u OT, que parece que así va mejor con los tiempos modernos: me refiero al "producto".
Por lo visto ahora la música se entiende como un negocio en el que los cantantes son marionetas que bailan al son de unos productores y managers maquiavélicos que guian las pautas de sus discos. Nuestro querido publicitario Risto Mejide nos pone a los concursantes de horteras, blandengues o aburridos. "Aquí se busca lo que vende". Hablemos claro de una vez, a este señor le importa muy poco la música. Háblame de productos comerciales pero no de productos comerciales de calidad.
Remontémonos atrás en el túnel maravilloso de la cultura musical y recórdemos por ejemplo a mi querido Elvis. ¿Acaso él no es un hortera?. Esta es la más grande de todas la inculturas de nuestro pais: la MUSICAL. Y en letras grandes, porque hablamos de música, eso que se lleva a cabo mediante una voz, y algunos instrumentos artísticamente combinados hasta erizar los pelos de los pies.
Elvis pudo ser un hortera en su día pero ha sido el más grande. Nadie ha cantado cómo él y aún hoy se le imita, se le graba y se le vende en todo el mundo. ¿Porqué?. Porque señores, eso distingue a un producto musical de calidad de un producto musical comercial. Presley tambíen soportó a un manager,el Coronel Parker, que lo explotaba, le robaba beneficios y chantajeaba pero supo luchar y ser uno de los mitos más grandes de la historia. Él era el producto que cualquier discográfica soñaría: guapo, con talento, actor, cantante... Pero aún así creo que hasta Risto Mejides no lo vería un producto, por lo menos dirigido a nuestra España.
En nuestro folklórico país del olé, el guitarreo y la fiesta se lleva lo que entra fácil por las orejas (ya que oídos hay pocos) sin analizar su calidad ni a veces su fin. Da igual que sea Camela, que la Oreja de Van Gogh o Andy y Lucas. Vivímos en la cultura musical del rebaño. A la sociedad española se le ha asesinado el criterio musical. ¿Qué más da que la canción haya sido escrita una semana antes de morir el compositor o desde un hotel a cuarenta mil kilómetros del hogar del cantante?. No vende, no es pegadiza ¡fuera!. Ese es el criterio musical de nuestra sociedad.
He llegado a pensar que hay coches que traen de serie ese reggeton machacante que parece ser la bandera e insginia de la "cutre-generación bakala".Me gustaría encontrarme en un día de esos calurosos de Agosto, mientras cruzara un paso de cebra, e oir los tropecientos mil bafles de un hortera-coche-bakala-tunning, propagando por toda la avenida un tema de los Doors, de los Byrds, The Levellers, The Band, Jeff Buckley, Elvis Costello, Jacques Brel, Stray Cats o Jimi Hendrix.
¿Cómo puede ser que haya aún gente que no sepa quien es Freddy Mercury o Lou Reed, pero si le tarareas una canción te sueltan algo como "¡ah si!, esa salía en un anuncio" ?. Por favor, seamos sinceros. Qué no nos engañe más este "Señor de los productos". Si quisieran hacer un programa de música en nuestro país que hagan un casting con todos los grupos ý cantantes que se destrozan la garganta y la cabeza creando buena música inspirados en los grandes en un local de ensayo para no llegar a nada más que satisfacer su placer de sentir un cosquilleo por todo el cuerpo al hacer un riff de guitarra sin final o hacer brillar una nota estridente en sus cuerdas vocales.
Que España vea, escuche y si puede (bajo su escueto criterio musical) compare lo que le están metiendo por los ojos y las orejas de lo que podría llegar a ser un mercado musical con unos "productos de calidad".Que la gente empiece a "escuchar" y no a oir música. Que nuestra inculta sociedad musical sepa que cuando "escuchen" el Cannon de Pachelbel o Brothers in Arms de Dire Straits, dejarán de "oir" productos para "escuchar" música.